Iluminó los océanos la célula;
pisó la tierra una pata de anfibio;
comió el reptil reptil, y más reptil.
Mamó, después del hielo, el mamífero;
se enderezó la espina del primate;
vio que era bueno matar el homínido.
Se quemó un árbol, y pensó el hombre.
Gimió al pensar, pues añoró ser célula.
Nenhum comentário:
Postar um comentário